Patrioterismo radical

Todos están sorprendidos por la victoria de Donald Trump. Eso demuestra cuánto faltó penetrar el pensamiento crítico que Carl Sagan propone en “El mundo y sus demonios” donde escribe en su capítulo 25:

“Nos dan miedo los extraños o cualquiera que sea un poco diferente de nosotros. Cuando nos asustamos, nos ponemos a empujar a la gente de nuestro alrededor. Tenemos resortes fácilmente accesibles que liberan poderosas emociones cuando se pulsan. Podemos ser manipulados hasta el más profundo sinsentido por políticos inteligentes. Se nos presenta el tipo de líder correcto y, como los pacientes más sugestionables de los hipnoterapeutas, haremos gustosamente todo lo que él quiera... hasta cosas que sabemos que son erróneas.”

Verán que Carl Sagan ya lo había vaticinado. En momentos de crisis el presupuesto a la ciencia y la cultura se recorta, reduciendo el pensamiento crítico y exacerbando el chauvinismo y patrioterismo más radical. La introducción al capítulo 21 dice “La libertad de pensamiento es la única garantía contra la infección de los pueblos por los mitos de masas que, en manos de hipócritas y demagogos traidores, pueden transformarse en dictaduras sangrientas”. Les suena?

Cuando se fomenta la ciencia, en cambio, existe un pensamiento global de comunidad que trasciende cualquier “frontera nacional”, pues exige ponerse de acuerdo con objetividad. La ciencia sienta en una sala a integrantes de muchas culturas con el fin de llegar a una verdad consensada. Por eso Obama ganó en 2008, cuando el mundo venía de una época de auge y esperanza, donde tener un presidente afroamericano representaba más que nunca la libertad y la evolución social.